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¿Le interesa la conservación y el ambiente a las comunidades urbanas? 

¿Le interesa la conservación y el ambiente a las comunidades urbanas? 

Escrito por Jossy Esteban Calvo. 

Costa Rica ha sido, por varias décadas, un exponente mundial en la conservación de la biodiversidad y de áreas silvestres protegidas, sin embargo, a nuestras ciudades casi siempre debemos excluirlas de la ecuación. Omitirlas en el informe. 

¿Hemos dejado entonces, de preocuparnos los costarricenses por las ciudades? Los niveles de contaminación de ríos urbanos como el Torres en San José, o el Pirro en Heredia; la constante pérdida de paisaje y trama verde; o los muy frecuentes desastres ambientales como inundaciones urbanas, nos pueden hacer pensar que tiramos la toalla hace muchos años. Dejamos de interesarnos o nos vimos consumidos entre barreras burocráticas y falta de voluntad política. 

Sin embargo, en OET nos hemos encontrado que muchas veces las fuerzas vivas que mantienen y mejoran los esfuerzos de conservación nacen y se gestionan desde las comunidades. El Proyecto Transición hacia una Economía Verde y Urbana (TEVU), implementado por la OET con MINAE, PNUD y fondos GEF busca encaminarnos hacia la descarbonización del Gran Área Metropolitana: más allá de eso, demostrar que es posible tener ciudades limpias, verdes y azules, con justicia y equidad de género, y que generen empleos verdes.  

Más de 1500 personas participan en los conteos de aves de Corredores Biológicos Interurbanos. Participantes que reconocen que en los ríos aún hay vida y que, en nuestros parques urbanos, mucha fauna resiste y habita. Comunidades organizadas como Asociación Yo Amo mi Barrio San José lideran el monitoreo en sus barrios porque reconocen que debemos conocer nuestra biodiversidad para poder conservarla.  

 La Asociación Comunal APICAL impulsó con ímpetu la creación de un parque accesible, en su comunidad de Belén; porque tener áreas verdes urbanas significa conservar el agua, nuestra salud mental. Esto impulsó la sinergia entre la Municipalidad y TEVU para inaugurar 600 metros lineales entre bosques en regeneración en el Parque Santuario.  

Maribel Gómez, lideresa de la comunidad de La Guapil en Alajuelita, soñó, luchó y vio hacerse realidad como un espacio “muerto”, que era un botadero de basura a cielo abierto e inseguro en su barrio, se transformó en un parquelleno de árboles, senderos, juegos para niños, cancha de deportes y hasta un huerto urbano comunitario. Cambios de paradigma como este, que requieren de alta inversión y coordinación entre proyectos como TEVU, Interlace y entidades como el CBIMA, PNUD, la Municipalidad y CRUSA, solo son realidad cuando la misma comunidad es quien se apropia y los impulsa. 

 

 

 

 

 

 

 

Tras cuatro años reverdeciendo y mejorando la ciudad, hoy no solo podemos asegurar que las comunidades urbanas sí se interesan en la conservación, más aún, somos testigos de su increíble capacidad de generar cambio. El trajín y la acelerada vida urbana no limita a las personas que sueñan con algo mejor; es a pesar de eso que pueden detenerse para apreciar aquello que valoran y desean preservar. Las fuerzas vivas comunales hoy: levantan murales que reflejan su compromiso por la naturaleza y la justicia, regeneran bosques a orillas de los ríos urbanos, construyen aceras y senderos que nos unen y nos acercan, contagian a la institucionalidad con sus sueños y llenan una ciudad de colores que hoy más que nunca, requiere de nuestro cuidado y cariño. 

Sigamos contagiando nuestro amor y compromiso por ciudades verdes y azules. 

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