En su momento, la actividad permitió un acercamiento entre organizaciones y perspectivas, donde se presentaron bloques de propuestas académicas, programas, estrategias públicas y experiencias prácticas. Se realizó a lo largo de dos días de manera virtual y contó con el apoyo de la Organización para Estudios Tropicales (OET), Laboratorio de Ecología Funcional y Ecosistemas Tropicales (LEFET) de la Universidad Nacional, Guarumo Restauración Ecológica y la Fundación Costarricense para la Restauración Ecológica (FUCORE).
Dos años después, y con la participación de nuevos aliados, del 6 al 8 de diciembre del 2023 realizamos el II Encuentro de Restauración Ecológica de Costa Rica con el fin de generar una plataforma de intercambio entre diferentes actores para la promoción de sinergias y formas colaborativas de trabajo. Los primeros dos días se realizaron de forma virtual, mientras que el 8 de diciembre se realizó una jornada presencial para plantear las bases de una red nacional de restauración ecológica entre los intereses compartidos. Ese día trabajamos en el análisis del estado de la restauración ecológica; identificación de retos, metas y acciones; objetivos, visión y misión, así como reflexión sobre posibles formas de organización.
El evento contó con la participación de Guarumo RE, la OET, LEFET-UNA, FUCORE, ITCR, MEP, UTN, CIMAR-UCR, ICOMVIS-UNA, Proyecto Transición Hacia una Economía Verde Urbana (TEVU), Proyecto Conectando Comunidades y Ecosistemas, FONAFIFO-MINAE, Fundación Corcovado, CATIE, Huella Verde de la UNED, Red Estudiantil de Restauración Ecológica de la UNED, Refugio Lapa Verde, Fundación Rutas Naturbanas, Programa de Cuencas Hidrográficas, CNFL, Hatillo Verde, Costa Rica Silvestre, CBPL, RIFA, Museo Nacional, Proyecto Camino Verde, entre otros.
Sinergias y acciones conjuntas
La participación y alianzas son muy importante, porque como señala Roberto Cordero, coordinador del LEFET-UNA, la academia no sabe todo sobre el contexto local, por tanto, un proyecto de restauración debe aprender y comprender a las prioridades comunitarias y sugerir estrategias tomando todo eso en cuenta. La academia aporta conocimiento y lo recibe de vuelta en parte como conocimiento autóctono del territorio que va más allá de la ecología o geografía del sitio.
“Se logró un ambiente de camaradería e inclusión de los asistentes y pudimos avanzar en la conformación de una emergente red nacional en restauración. Tenemos un ambiente propicio para cuajar los principios y formas de trabajo. El reto es situar a la nueva red en un estatus de referencia nacional, reconocimiento internacional, ente que participe al menos en las directrices nacionales sobre restauración ecológica a todo nivel”.